Miguel
Ángel Gómez Polanco
¡Vaya
panorama se sigue avizorando en Veracruz! ¿Será que tanta razón tenía el
escritor e historiador inglés, Thomas Fuller, cuando dijo: “la desesperación infunde
valor al cobarde”?
Y
es que luego del envío que –falsamente- llaman “exilio” de Fidel Herrera a
Barcelona, para hacerse cargo del Consulado en aquel rincón de la Madre Patria;
el escenario electoral en la entidad ha tomado la forma explícita de una guerra
por el poder, ejercida primordialmente por el mandamás priista, Manlio Fabio
Beltrones, quien mueve piezas a diestra u siniestra para asegurar regresar el
estatus de activo político a Veracruz.
Y
para pruebas, la más reciente: el “Cisne” se va a intentar hacer contención contra los Yunes (de todos los colores) y –por ahí- a promover su
imagen. El insufrible “amuleto” duartista, se cotiza como guarro de la Prosperidad, con tal de asegurar el rescate de la
pésima administración estatal de los últimos cinco años.
Los
cambios no eran para menos: Alfredo Ferrari a la Sedesol y “Tonicho” nuevamente
a la congeladora. Pero la dimensión del nombramiento del ya exdirigente estatal
tricolor ¿qué matices tiene? Ahí le va:
Deja
fuera de la jugada al otrora operador político-populista de Veracruz, Ranulfo
Márquez Hernández, luego de que éste se “jubiló” del mapacheo fallido en 2012,
para la campaña presidencial de Peña Nieto, ocasionando, incluso, su remoción
de la delegación de la Sedesol misma y enviado al limbo político durante casi
dos años, donde ahora regresa.
Fiel
en serio (sí: de esa fidelidad que conocemos), la decisión de mandar lejos a “Cabeza
de lata” es, por mucho, una de las determinaciones más aventadas de Javier Duarte, rumbo al 2016, aunque la manipulación
de la necesidad, sigue siendo para fines electorales.
Y
es que las cifras ¡las cifras, estimada y estimado lector!: De acuerdo con el
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval),
seis de cada diez personas en Veracruz, están en pobreza; cifra que muestra un
retroceso de 5.4 por ciento respecto a la medición anterior, en 2012.
Es
decir: a Ranulfo le tocó ser parte activa de un subejercicio presupuestal para
el combate a la pobreza, en el orden de los 13.5 mil millones de pesos, los
cuales no fueron liberados por el Gobierno de Veracruz y sí retenidos en
Sefiplan. ¿En qué se tradujo? Pues que, según Coneval, para 2015 –tres años
después de la última medición- hay 722 mil 78 nuevos pobres en Veracruz; esos
que pretende retomar el aparato verde, blanco y rojo para hacerse de la jugada
en los próximos comicios.
Y
lo más cañón: jubilan a Ranulfo, digamos, con el “trabajo hecho” y ponen en su
lugar a un estratega y conocedor de la geografía veracruzana; operador político
de probada capacidad negociadora y diplomacia intramuscular, para mover los
dineros de la Secretaría que por tradición, es la verdadera caja chica del Gobierno estatal, sobre todo
en época electoral; el boqueño, Alfredo Ferrari.
¿Es
tanto el desconocimiento de esta lección no aprendida y repetida para el
priismo, que se han atrevido a intentar endurecer nuevamente el voto que
durante 86 años le ha mantenido en el poder a base de las mismas técnicas; hoy ablandado por una entrega de
resultados de histórica deficiencia para Veracruz?
Acertó
usted: hay una tremenda desesperación, no solo por “ganar”, sino por
salvaguardarse del vendaval que se vendrá, incluso, por parte de los primos incómodos
del PRI, si esa elección se pierde, y de la oposición, ni se diga: con una
alianza cada vez más clara y a la cual se habrá de dar absoluta prioridad, en
pocos días, tanto por sus protagonistas, como por el electorado.
SUI GENERIS
La
batalla rumbo al 2016 ya es un asunto personal de posiciones, por un lado, y de
“sálvese quien pueda” por el otro, así que el espectáculo, está prácticamente
garantizado. Aquí el verdadero tema es: ¿está Veracruz dispuesto a ser una vez
más el público cautivo que se eche el deprimente show de la blasfemia y la
prebenda o por fin decidirán ser parte definitoria con su decisión?
Por
lo mientras, el PRI blinda toda posibilidad de confrontación a través del
propio gabinete de gobierno, del ya corruptísimo OPLE y, tal vez pronto, del
Tribunal Estatal Electoral de Veracruz, imponiendo a conocida amiga íntima del propio
Fidel Herrera y cacique electoral durante años en el IEV: Carolina Viveros
García, quien junto con otros dos del mismo perfil (incluidos dos actuales Magistrados
que podrían repetir), serían los encargados de las impugnaciones posteriores al
proceso, aun cuando las pruebas para presentarlas sean contundentes, como se
cree que serán si así sucediera.
Resta
saber qué piensan hacer en ese último rubro los tres “Y”, pues recordemos que
de acuerdo con la más reciente Reforma Político-Electoral, es la Cámara Alta la
instancia que decidirá quiénes ocupan los cargos de Magistrados Electorales en
los Tribunales estatales y el cabildeo de los tres senadores veracruzanos para ello
será fundamental, con la finalidad de frenar el control absoluto que pretende
establecer el actual grupo que gobierna en la entidad.
POST-IT: Tres
mil 500 millones de pesos para mejorar infraestructura escolar. ¡Muy bien! Lo
que a mí me preocupa es que se "anuncie" el despido de más de dos mil
"aviadores", pues es una manera de aceptar su existencia públicamente
y, por ende, reconocer que el gasto corriente del que tanto padece el Gobierno
de Veracruz -arriba de los 57 mil millones de pesos para este año- en efecto,
está exponencialmente mal usado. Abrón.
Twitter: @magomezpolanco
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