En diez años ejerciendo el periodismo, quien
suscribe autor de esta columna ha aprendido y reaprendido una cuasi ley: hay
enfermos de poder, pero no porque lo posean, sino porque no se cansan de
criticar a quien sí, incluso cuando hay detalles dignos de reconocerse.
En esos diez años de oficio
he visto bastante; de todo, diría yo. Cosas buenas y malas; criticables y
plausibles, pero haciendo un esbozo de sensatez, me referiré en particular a
dos administraciones municipales en Xalapa que me han tocado de lleno, en un
panorama muy general y como ejemplos de lo que les cuento, estimada y estimado
lector.
Durante el trienio de David
Velazco Chedrui, al segundo año par ser específicos, se aclaró que no sería
posible abatir el rezago que existía en obra pública. El encargado de “avisar”
de ello en su momento, fue el entonces director del área, Silvestre Domínguez
Domínguez, quien dijo que el 50 por ciento de retraso era evidente y por más
esfuerzos que se hicieran “no podrá abatirse”. Infortunadamente, no mintió.
El balance de la administración
de David puede resumirse en centros comerciales y medidas muy buenas, pero retiradas
por presiones sociales como los ejes viales; obra pública a medias y una
millonaria deuda de 50 millones de pesos con Banobras, a pagar en 25 años y “rescatada”
por Banca Mifel S.A.
Para la siguiente
administración, Elízabeth Morales anunciaba que se invertirían 40 millones de
pesos en 12 “obras estratégicas” muy recordadas. Era también, el segundo año
cuando de todo responsabilizaba a su antecesor, el pobre “Bicho”, por el estado
que guardaban varios rincones de la ciudad.
Aun recordamos las
declaraciones de la ahora dirigente del PRI en Veracruz, quien aseguraba un
rezago de 200 millones de pesos en obra pública general que afectaba a 240 calles de Xalapa… por culpa de “Bicho”.
Pero no todo fue malo, hay
que decirlo. A través de la empresa Impluvium
(de la que por cierto, nunca se dieron detalles sobre su licitación) llegó a
Xalapa el afamado concreto hidráulico que sirvió para rehabilitar las avenidas
Murillo Vidal y Lázaro Cárdenas, como las más notables, con una inversión entre
ambas de 475 millones de pesos.
Claro, también hubo murales,
programas de movilidad fallidos, destrucción de balaustrados históricos y
baches parchados como resultado de los múltiples cambios estéticos que sufrió
la ciudad; sello de aquella administración.
SUI
GENERIS
Pero ahora las cosas parecen diferentes,
hay que reconocerlo. Si mis nervios no me mienten, Américo Zúñiga Martínez se
ha tomado muy en serio eso de que estará cuatro y no tres años al frente de la
ciudad.
De entrada, aquella deuda
de Velasco Chedraui ha sido saldada en un menor tempo del proyectado. Américo
pagó tres millones 345 mil 182 pesos a Banca Mifel, S.A., con lo que se liquidó
de manera anticipada, ahorrando miles de pesos en intereses.
Además, una característica
curiosa de las dos administraciones pasadas es que fue hasta el segundo año de
gestiones cuando los diagnósticos sobre las etiquetas de los dineros se podían
vislumbrar con mayor claridad. A medio trienio, pues.
Pero resulta
que el señor Zúñiga Martínez, no
la está pensando mucho. Más de 400 millones de pesos han sido gestionados en lo
que va de 2014, tanto a nivel federal como estatal; directamente por el alcalde
y con el apoyo de diputados como Uriel Flores Aguayo y Alejandro Montano. Es
decir, además, las relaciones son diferentes que antes. Incluso, en el caso del
perredista (por mencionar algo reciente) logró “bajar” diez millones de pesos
del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento Municipal (Fortamun) para la
capital que ya se ejercen.
Asimismo, se ha fortalecido la participación de instancias como la
Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) -que lleva las
obras de Hidalgo, Arco Sur, Ruiz Cortines y Antonio Chedrui- y la inyección (o “acaparamiento”,
como le dicen otros alcaldes) de dineros provenientes del Fondo Metropolitano
de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Por eso ya no es raro enterarse de que Américo no está en Xalapa,
pero no porque se haya ido a hospedar a un Four
Seasons, sino porque viaja, como se dice, “de pisa y corre” al Distrito
Federal para continuar con las pláticas en instituciones como el Banco Mundial
y conseguir más lana para Xalapa.
¡Ah! Y la iniciativa privada también le ha entrado al quite,
mediante su participación en el esquema “Juntos por nuestra capital”, en la que
con una inversión de ocho millones de pesos, atienden ocho obras de
rehabilitación en las calles Quirasco, Andador Tabuco, Lorenzo Barcelata, Pablo
Neruda, entre otras. Insisto: las relaciones, de verdad que ahora son
diferentes.
Y es que no podemos taparle un ojo al tuerto, pues con un total de
50 obras, el presente año ha sido en el que más se ha invertido y terminado
obra pública en la ciudad, sumando otras 50 que se proyectan para el cierre de
2014. ¿Cuándo fue la última vez que supo de algo similar?
Pero ¿qué cree? Tampoco todo es miel sobre hojuelas. También está
la irresponsabilidad de empresas que han dejado tendida a la administración,
específicamente con la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS). Una de
ellas es SIAPSA, de la que
recientemente el diputado y ex alcalde xalapeño, Ricardo Ahued, pidió que se
sancione con todo el rigor de la Ley por inconclusión de obras que han frenado
los avances del programa Xalapa MÍA -
en el que se sustituye infraestructura subterránea con más de 60 años de antigüedad-
, afectando a la ciudadanía. Y creo que tiene toda la razón.
En conclusión podemos decir
que resta mucho por hacer en Xalapa, pero es un hecho que se cimienta ya una
mayor certidumbre en comparación con otros años, quedando pendientes algunos
planes ambiciosos como el programa de movilidad y vialidad que se construye en
estos momentos.
Dicho programa es producto
de un minucioso análisis en el que intervienen firmas internacionales como Gehl Arequitects y ALG Europraxis, así como especialistas nacionales y locales, aunque
lo más importante es la participación de la población xalapeña, a través del
Consejo Ciudadano que ha sido integrado a los trabajos.
Algo pasa en Xalapa y no es
normal. No se trata de “echar porras” pero sí de reconocer que las cosas van diferentes.
A ver qué tal se pone ¿no?
NOTITA
AL PUNTAPIE: Los Juegos
Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014 son un evento internacional que
exige un impecable manejo de la Comunicación Social. ¿Será por eso que en los “pasillos
del poder” se rumora que no para de timbrar el teléfono de un tuxtleco ganador
de cuatro premios Emmy, para que se haga cargo de esta complicada tarea? Suena
como el caso de Ronaldinho al Querétaro: difícil, pero no imposible… y definitivamente
muy conveniente. Veremos.
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