Miguel
Ángel Gómez Polanco
Vaya
lío en el que se acaba de meter Juvenal; aquel que decía lo del “pan y el
circo”. El asunto se invierte con el pueblo y la coyuntura político-electoral
que vive nuestro país en estos momentos, una vez más da visos de transición; un
cambio con fuerte contenido simbólico en sus expresiones que vuelve a lanzar la
pregunta: ¿son avance o retroceso, las ideas que surgen de una ciudadanía
maleada y harta, pero “creativa” y que hoy en día hace ver su suerte a la
–innegablemente- anticuada clase política? Analicemos, pues, palabra por
palabra:
Maleada: existe una falsa tradición
en nuestra cultura política, denominada “guerra sucia”, por lo que ya no es
seguro afirmar que una expresión atípica en tiempos electorales no pertenece a
una estrategia de ataque desde un búnker disfrazado.
Hartazgo: es indudable que la
gente, nosotros, estamos hasta el gorro de ver la insufrible rotación de
personajes en puestos de elección popular, como en la ocasión histórica que
vive el estado de Veracruz en estos momentos, en la que casi el 65 por ciento
de funcionarios de todos los partidos y en los 212 municipios de la entidad,
dejaron inconclusas las labores –que por mandato constitucional recibieron la
encomienda de cumplir- para ir a buscar otro “huesito”, y con ello, fortalecer
los sistemas y estructuras de sus respectivas instituciones políticas, (pero no
a sus distritos y municipios)
“Creatividad”: la sociedad es quien
elige, pero ¿aunque sea por encima de la legalidad? Porque el candigato Morris
es eso: una gran idea… para un pueblo desesperado, pero también desinformado.
Sus anuncios, por mencionar algo, dicen "2014-2017", cuando el
período para las alcaldías ha aumentado a cuatro años a partir de esta elección, quedando -constitucionalmente- el período como 2014-2018. ¿Alguien lo notó? O bueno: ¿alguien de los "Morris fans" sabía de
esta modificación?
Pero lo realmente llamativo es que
esta surreal percepción electoral y desconfianza en las instituciones, ha
causado un efecto preocupante en cuanto hace a la distinción de las opciones que
nos ofrece el voto.
Por ejemplo, olvidamos que detrás
de Morris están dos seres humanos, Daniel Cruz y Sergio Chamorro, quienes lo
único que hicieron fue transportar una opinión personal (al parecer, bien
estudiada e identificada con la sociedad) a una modalidad de expresión que no
es creativa ni coherente legalmente, pero sí nueva para México.
Estados Unidos, Canadá y España son los
más recientes casos donde se han “candidateado” animales, con el mismo contexto
de inconformidad e intrascendencia político-social, que no sea la de un
simbolismo momentáneo que se estanca y poco o nada influye en el comportamiento
y/o beneficios respecto a la sociedad, como es el caso de “Stubbs”, el gato
“alcalde” de Talkeetna, Alaska que lleva en el cargo casi 15 años (de forma
emérita, claro) y el pueblo sigue igual.
Y
entonces llegamos al “meollo” del asunto: si la idea –copiada de los métodos de
inconformidad con arraigo, principalmente, en los Estados Unidos- se adapta a
un sistema electoral mucho más avanzado que el del país norteamericano, como lo
es el nuestro ¿cuál es, entonces, el avance que ofrece éste?
Ya
en Ciudad Juárez han copiado el “modelito” con el no tan célebre candidato a la
alcaldía del municipio chihuahuense: el Burro “Chon”. Luego entonces: ¿ha
aceptado el mexicano que su naturaleza es de modas, más no de soluciones
integrales basadas en la participación ciudadana? ¿Por qué animales y no
personas emergidas del mismo pueblo inconforme, con posibilidades reales,
legales?
SUI
GENERIS
Hay
que pensarlo, decirlo y aceptarlo: votar por Morris sí es un voto nulo, pues
sólo el ser humano como tal, está reconocido constitucionalmente para votar y
ser votado, como parte de sus garantías individuales y derechos
político-electorales (a menos que documentos de referencia universal como la
Declaración de los Derecho del Hombre mientan).
Por ello es que ambas caras de la
moneda son verdaderamente alarmantes. Por un lado, el hartazgo manifestado a
través de modalidades inconstitucionales, debieran ocupar a los políticos en
aprovechar esta participación ciudadana, carente de indiferencia y -por el
contrario- representativa de una buena parte de la sociedad, para aumentar el
contacto y compromisos (cumplidos) con ésta.
Y del otro lado, la situación se
hubiera tornado más interesante, si esta postura de hartazgo se hubiera dado en
la persona de alguien; quizás en los propios creadores del personaje del gato
-pues son ellos los que dan "personalidad" al gato- pero que se hiciera
dentro del marco legal.
¿Qué no lo que “peleamos” y por lo
que estamos “disgustados” es por la ilegalidad con la que se manejan los
políticos? ¿qué no anular el voto significa darle “uno más” a la candidata o
candidato que lleve la delantera en las preferencias y subsecuentes conteos?
El ejemplo comienza por uno mismo,
decía mi santa madre… ¡¿pero ahora es un gato, madre, el que pone el
“ejemplo”?!
Post
it 1: Morris forza un cambio en el discurso del político tradicional; sencillo,
pero absolutamente cierto: el que promete primero y demás, pierde después.
Prueba: el deplorable legado de gobierno que deja Elízabeth Morales García a su
partido; aquel al que se metió muy a la mala, ofreciendo a la población
vulnerable como moneda de cambio y que tiene al electorado tan molesto.
Sin
embargo, debo apuntar otro acierto al único candidato para la alcaldía de
Xalapa cuya postura se ha caracterizado por el respeto a los adversarios y una
curiosa sinceridad en sus declaraciones (de esas a las que no estamos
acostumbrados apreciar en la clase política en general): Américo Zúñiga.
Y es que en una entrevista
radiofónica que recientemente le realizaron al exdiputado, al preguntarle sobre
cómo solucionaría el problema del tráfico de la capital veracruzana, Zúñiga
Martínez contestó con admirable honestidad: “para empezar, no puedo prometer
algo así. Nuestro problema es de movilidad y lo que sí puedo decir es que vamos
a enfocar nuestros esfuerzos en aminorar el tráfico y mejorar la vialidad, con
medidas inteligentes, bien pensadas”.
Amiga y amigo lector: razonemos
bien nuestro voto. Un buen consejo para ello es pensar como demócratas, no
partidócratas, pues hay veces que por increíble que parezca, la persona no
representa precisamente el perfil de la institución que lo abandera. Mientras
tanto, “palomita” para Américo.
Post
it 2: La fe de erratas por el texto anterior, titulado “Supositorios políticos”
es la siguiente: el dueño de los Tiburones Rojos es Fidel Kuri Grajales, no
“Pepe Kuri”. No obstante, a éste último, gran personaje de la música y el
entretenimiento de Xalapa; envío un afectuoso saludo y disculpas por la enorme
tarea que le “adjudiqué” debido a una falta de concentración.
Asimismo,
una disculpa a ustedes, amables lectores de Vía Crítica; procuraré que mi
preocupación por los escualos y su raquítico refuerzo “de primera”, no vuelvan
a provocar una aberración informativa como la aquí corregida.
Twitter: @MA_GomezPolanco
Facebook: Miguel Ángel Gómez Polanco
Correo electrónico: magomezpolanco@gmail.com
Esta bien tu análisis y critica hacia el caso "morris", pero ya cuando uno empieza a reflexionar, sales con que un diputado del partido revolucionario habla de manera honesta al mencionar una problemática clara en nuestra ciudad. Cuando en el mismo dialogo que citas de dichoso candidato no propone ninguna solución más que embestiduraOrs de promesas al igual que todos los candidatos.. Por favor! para darle credibilidad a tu discurso al menos se neutral para que uno de primera estancia no descubra las intenciones, que se leen detrás de las letras.Yo conozco de cerca la campaña de este señor, pues vivo en una de las colonias marginadas de Xalapa, y se bien que en este tipo de lugares es donde encuentran sus votos jugando con la ignorancia y necesidad de estas personas. "nosotros les damos, pero ustedes tienen que redituarnos no podemos darles todo nomás pa allá" Fueron las palabras ayer de un integrante de la campaña de dicho candidato con la bolda llena de credenciales del lector.. por favor es una tristeza nuestro pueblo, y más tristeza que gente como tu que tiene un poder de difundir la información, le otorgue más fuerza al poder.
ResponderEliminarMorris es un llamado de atención no solo a nuestro gobierno local va mucho más allá de ello, es un reflejo de la realidad político social que vivimos donde la ciudadanía prefiere mantenerse al margen, por no decirse a salvo de la realidad social en la cual tenemos que participar; ni que más decirles nosotros sabemos cual en el caso particular de la alcaldía de Xalapa será el resultado y el próximo alcalde por cuanto tiempo quien sabe pero si el periodo ya será de cuatro años,,,
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