Sobre el triunfo de Cadena Tres y Radio Centro en la licitación del IFT para las dos nuevas cadenas de TV abierta:
1. La declaratoria de preponderancia a Televisa (y sus respectivas restricciones), pareciera que fue solamente una cortina de humo para permitir a la televisora mayor intromisión en asuntos de interés nacional. Ejemplo: Arely Gómez (hermana del ex titular de Tercer Grado y vicepresidente de noticieros en Televisa, Leopoldo) a la PGR, por mencionar uno.
2. Carlos Slim Helú se descartó desde el inicio de la "competición". Era casi obvio: luego de casi cinco años sin publicitarse en el dúopolio de Televisa y TV Azteca, prefirió negociar sus anuncios en el par de nuevas señales, con la finalidad de convertirse en un activo para ambas, ya que los lineamientos de pago para éstas con el IFT son muy estrictas y en cinco años deben estar fortalecidas al máximo para mantener su concesión. Les urgía un "socio no reconocido" que les inyectara flujo financiero. De cualquier manera: ni Telmex, Telcel o Sanborns necesitaron de los de San Ángel y los del Ajusco para mantenerse como líderes en sus respectivos giros. Conclusión: ese Slim es un loquillo para los negocios, sin duda.
3. Los nuevos integrantes de la televisión abierta (propiedad de Grupo Imagen y el otro de la familia Aguirre) son expertos en el negocio de la radio y medios impresos. Sin embargo no llegan tan "novatos", pues ambos tienen la experiencia de estar en medios digitales como plataformas multimedia y técnicamente tienen con qué hacer frente al reto. A ver si logran convencer a sus anunciantes -ésos que no tienen tanta lana como Slim- de que por ser "la novedad", garantizarán el impacto que ambos necesitan para sostenerse.
¿O ustedes cómo ven?
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